Cuatro abogados marroquíes han declarado a la Radio Maizirat en Rabat, ante el Tribunal Militar que juzga a 24 presos políticos y activistas de derechos humanos saharauis del campamento Gdeim Izik, que este juicio militar a civiles saharauis es un atentado contra la constitución y contra las leyes. También consideran que presentar civiles ante un tribunal militar no es válido y demuestra que la justicia ordinaria marroquí del gobierno de Ben Kiran no puede desempeñar su papel.
Los abogados marroquíes consideran que
este juicio hace retroceder a Marruecos en materia de derechos humanos y
lo sitúa a nivel internacional en la peor escala en el respeto a los
derechos humanos.
Con esta apreciación coincide Willy
Meyer, responsable de política internacional y eurodiputado de Izquierda
Unida, quien llamó el pasado 8 de febrero a todas las organizaciones
políticas y sociales de la comunidad internacional para que exijan la
puesta en libertad de los activistas saharauis y “se ponga fin a una
pantomima organizada por el régimen marroquí, fuerza militar ocupante
del Sahara Occidental.
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